Hoy, más que nunca, la Carta de las Naciones Unidas sigue siendo un pilar esencial para el mundo y para Venezuela. Su relevancia trasciende generaciones, recordándonos que las instituciones, cuando se basan en principios sólidos, perduran más allá de sus fundadores y benefician el desarrollo de las generaciones futuras. Con la mirada puesta en el futuro, seguimos renovándonos e innovando, pero siempre fieles a nuestra misión de servir a los grupos de población en situación de mayor vulnerabilidad.