Ejecución financiera
USD 54,9 millones
1.355.753 personas accedieron a servicios de salud apoyados por la ONU
© OPS/OMS/ Luis Flores
Salud y bienestar para toda la población
Mejorar el acceso y la calidad de servicios esenciales de salud
Prevención de enfermedades y vacunación
Salud materno-infantil
62.159 personas capacitadas para asegurar servicios esenciales de salud.
© OCHA/ Jeniffer Moreno
Me formé en detección de malaria para apoyar a las comunidades indígenas
Jhonattan Chansoza, de 23 años, pertenece a la comunidad indígena Waiparú del Sector 7 del estado Bolívar. En el año 2023, se formó de manera voluntaria como microscopista para ser parte de los expertos comunitarios certificados en diagnóstico de malaria a nivel nacional, en el marco de la subvención implementada por el PNUD y el MPPS, con el apoyo técnico de la OPS.
“Nos formamos en detección de malaria con microscopistas de aquí, de la Gran Sabana, para poder apoyar a las comunidades indígenas tomando las muestras y llevándolas hasta los centros de detección para revisar si hay infecciones de paludismo. Decidimos también apoyar a llevar mosquiteros y los medicamentos hasta las zonas más remotas”, explica Jhonattan.
El incremento en el acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno ha contribuido a la reducción de la transmisión de la malaria en los estados priorizados, mejorando la calidad de vida de las poblaciones afectadas, especialmente en las zonas rurales y comunidades indígenas perteneciente a los estados con mayor índice de transmisión de esta enfermedad.
“Nos formamos en detección de malaria con microscopistas de aquí, de la Gran Sabana, para poder apoyar a las comunidades indígenas tomando las muestras y llevándolas hasta los centros de detección para revisar si hay infecciones de paludismo. Decidimos también apoyar a llevar mosquiteros y los medicamentos hasta las zonas más remotas”, explica Jhonattan.
El incremento en el acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno ha contribuido a la reducción de la transmisión de la malaria en los estados priorizados, mejorando la calidad de vida de las poblaciones afectadas, especialmente en las zonas rurales y comunidades indígenas perteneciente a los estados con mayor índice de transmisión de esta enfermedad.
Educación inclusiva y de calidad para niños, niñas y adolescentes en situación de mayor vulnerabilidad
Inclusión educativa de grupos más vulnerables
Reforzar las capacidades del sistema educativo
Prevención y reducción del embarazo adolescente
Proyecto “Nos vemos en la escuela” reinsertó 3.250 estudiantes en la escuela
© UNICEF/ Pocaterra
He aprendido las tablas, a escribir los números, a sumar y a multiplicar
Luis Mario tiene 10 años y es uno de los niños que asiste al centro de capacitación laboral San Martín de Porres, ubicado en Brisas del Sur, San Félix, estado Bolívar, donde junto a otros niños, niñas y adolescentes forma parte de un programa de atención integral de nivelación académica y apoyo socioemocional que contribuye a su reinserción en la escuela.
”Estas son las tareas que he hecho aquí en la escuela: he aprendido las tablas, a escribir los números, he aprendido a sumar, a multiplicar. Estuvimos haciendo caligrafía, separando sílabas, escribiendo familias de letras, y cositas así que me ponen aquí para aprender”, dice orgullosamente Luis Mario, mostrando su cuaderno.
Además del contenido educativo, los niños y niñas que asisten al programa reciben atención psicoemocional ya que viven diferentes contextos que incluyen, en algunos casos, violencia intrafamiliar o padres y madres que migraron, y por ende los niños están al cuidado de terceras personas. También, se les enseñan prácticas clave de higiene para ayudar a prevenir enfermedades.
El programa que UNICEF desarrolla en coordinación con autoridades y socios implementadores ha logrado la reinserción en el sistema educativo formal del 60% de los niños, niñas y adolescentes que participan.
”Estas son las tareas que he hecho aquí en la escuela: he aprendido las tablas, a escribir los números, he aprendido a sumar, a multiplicar. Estuvimos haciendo caligrafía, separando sílabas, escribiendo familias de letras, y cositas así que me ponen aquí para aprender”, dice orgullosamente Luis Mario, mostrando su cuaderno.
Además del contenido educativo, los niños y niñas que asisten al programa reciben atención psicoemocional ya que viven diferentes contextos que incluyen, en algunos casos, violencia intrafamiliar o padres y madres que migraron, y por ende los niños están al cuidado de terceras personas. También, se les enseñan prácticas clave de higiene para ayudar a prevenir enfermedades.
El programa que UNICEF desarrolla en coordinación con autoridades y socios implementadores ha logrado la reinserción en el sistema educativo formal del 60% de los niños, niñas y adolescentes que participan.
31.200 adolescentes adquirieron conocimientos sobre prevención del embarazo, derechos sexuales y reproductivos y violencia basada en género.
© UNFPA
Acabar con tabúes sobre sexualidad a través de la educación
Cuando Hillary escuchó en su liceo una charla sobre Educación Integral de la Sexualidad (EIS), muchas cosas le vinieron a la cabeza. Nunca le habían hablado tan directamente de esos temas y lo que escuchó era diferente a las cosas que había oído por allí.
Es que en la calle se escuchan muchas cosas que no son del todo ciertas. Tabúes y creencias que originan resultados que perjudican a adolescentes. Por ejemplo: “al ser la primera vez, no voy a quedar embarazada” o “cuidarse es una cuestión de ellas, no de nosotros los hombres”... Romper con estas creencias (y otras muchas más) a través de la EIS, es una de las formas más efectivas de reducir el embarazo a temprana edad o en la adolescencia.
Por eso, Hillary decidió acercarse a una de las Consultas Diferenciadas para Adolescentes (CDA): un espacio de atención especializado en adolescencia donde el personal de salud está formado para ello. Las CDAs son parte de un proyecto de prevención del embarazo a temprana edad y en la adolescencia, que junto a la formación en EIS de docentes y adolescentes en escuelas, así como también de lideresas y líderes comunitarios para formar adolescentes desescolarizados, lleva a cabo el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) junto al Ministerio de Popular de Educación y el de Salud.
El municipio donde Hillary vive tiene una alta tasa de embarazos en la adolescencia. Una realidad que ha ido cambiando desde que este proyecto se está implementando hace 3 años.
La historia de Hillary es una de muchas otras que hemos escuchado de empoderamiento de adolescentes a través de la EIS, que dan fe de esta metodología como una forma efectiva de prevenir y disminuir los embarazos a temprana edad y en la adolescencia, para que cada persona alcance su pleno potencial y decir que: ¡un futuro distinto es posible!
Es que en la calle se escuchan muchas cosas que no son del todo ciertas. Tabúes y creencias que originan resultados que perjudican a adolescentes. Por ejemplo: “al ser la primera vez, no voy a quedar embarazada” o “cuidarse es una cuestión de ellas, no de nosotros los hombres”... Romper con estas creencias (y otras muchas más) a través de la EIS, es una de las formas más efectivas de reducir el embarazo a temprana edad o en la adolescencia.
Por eso, Hillary decidió acercarse a una de las Consultas Diferenciadas para Adolescentes (CDA): un espacio de atención especializado en adolescencia donde el personal de salud está formado para ello. Las CDAs son parte de un proyecto de prevención del embarazo a temprana edad y en la adolescencia, que junto a la formación en EIS de docentes y adolescentes en escuelas, así como también de lideresas y líderes comunitarios para formar adolescentes desescolarizados, lleva a cabo el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) junto al Ministerio de Popular de Educación y el de Salud.
El municipio donde Hillary vive tiene una alta tasa de embarazos en la adolescencia. Una realidad que ha ido cambiando desde que este proyecto se está implementando hace 3 años.
La historia de Hillary es una de muchas otras que hemos escuchado de empoderamiento de adolescentes a través de la EIS, que dan fe de esta metodología como una forma efectiva de prevenir y disminuir los embarazos a temprana edad y en la adolescencia, para que cada persona alcance su pleno potencial y decir que: ¡un futuro distinto es posible!
Protección social y gestión de riesgos
Fortalecer el sistema de protección social y otros servicios esenciales
Disponibilidad y acceso a servicios básicos
Aumentar las capacidades del sistema de reducción de riesgos ante desastres y frente al cambio climático
Más de 468.637 personas tuvieron acceso al agua.
© UNICEF/ UNI480513/ Fernández
Voy con mi hermana en curiara al hospital a buscar agua para tomar y cocinar
En San Francisco de Guayo, una comunidad ubicada a 6 horas por vía fluvial desde Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, vive Dahir Franco, de 10 años, quien gusta de navegar en curiara y jugar a la pelota.
Dahir va todos los días a la escuela de su comunidad. Le toma sólo un minuto llegar hasta allí pues su casa queda detrás de ella. Él pertenece a la comunidad indígena warao. En su localidad, hasta ahora, las personas consumían el agua directamente del río Orinoco, con las consecuencias negativas que eso tenía para la salud.
En marzo de 2023, por primera vez, las familias de San Francisco de Guayo y comunidades aledañas empezaron a tener acceso a agua potable, con la instalación en el hospital local de la primera planta potabilizadora de agua que funciona con energía solar en una comunidad rural fluvial, proyecto apoyado por UNICEF. Esta planta beneficiará a 15 mil personas que viven en esta y comunidades fluviales aledañas.
Desde la llegada de la planta, Dahir va con su hermana en curiara y con un balde a recoger agua para tomar, cocinar y lavar. “Buscar el agua es muy fácil porque la busco en el hospital”, asegura añadiendo que “mis papás me dicen que el agua del hospital está limpia y que si agarramos agua del río nos da dolor de estómago, diarrea y vómitos”.
Además, al no depender de la red eléctrica, esta planta potabilizadora asegura una mayor resiliencia al cambio climático y se adapta a las condiciones de la comunidad.
El funcionamiento de esta planta en el hospital apoya los servicios de salud materno-infantil y de nutrición con agua segura que salva vidas cada día. Además, funge como punto de encuentro de los habitantes de la comunidad por lo que se facilita la realización de actividades de promoción de higiene, protección, salud y educación, que son parte del trabajo de cambio de comportamiento que también se promueve en las comunidades.
Dahir va todos los días a la escuela de su comunidad. Le toma sólo un minuto llegar hasta allí pues su casa queda detrás de ella. Él pertenece a la comunidad indígena warao. En su localidad, hasta ahora, las personas consumían el agua directamente del río Orinoco, con las consecuencias negativas que eso tenía para la salud.
En marzo de 2023, por primera vez, las familias de San Francisco de Guayo y comunidades aledañas empezaron a tener acceso a agua potable, con la instalación en el hospital local de la primera planta potabilizadora de agua que funciona con energía solar en una comunidad rural fluvial, proyecto apoyado por UNICEF. Esta planta beneficiará a 15 mil personas que viven en esta y comunidades fluviales aledañas.
Desde la llegada de la planta, Dahir va con su hermana en curiara y con un balde a recoger agua para tomar, cocinar y lavar. “Buscar el agua es muy fácil porque la busco en el hospital”, asegura añadiendo que “mis papás me dicen que el agua del hospital está limpia y que si agarramos agua del río nos da dolor de estómago, diarrea y vómitos”.
Además, al no depender de la red eléctrica, esta planta potabilizadora asegura una mayor resiliencia al cambio climático y se adapta a las condiciones de la comunidad.
El funcionamiento de esta planta en el hospital apoya los servicios de salud materno-infantil y de nutrición con agua segura que salva vidas cada día. Además, funge como punto de encuentro de los habitantes de la comunidad por lo que se facilita la realización de actividades de promoción de higiene, protección, salud y educación, que son parte del trabajo de cambio de comportamiento que también se promueve en las comunidades.